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1/1/10

Ese tipo de cosas.


Me encanta cuando, aunque no me saludes, sonrias siempre al verme. Me gusta mucho cuando es a mi a quien te agarras, a quien abrazas, a quien besas. Me gusta ser importante para ti. Me gustan tus ojos. Y tu pelo. De verdad, me vuelve un poco loca que me mires así. Pero solo un poco. Un poco más de lo normal, quiero decir.Me gusta como hueles. No se si eres tú o tu colonia o la mezcla de los dos, pero huele como a hogar. El tipo de olor que no me importaría encontrarme cada mañana en mi almohada. El tipo de cara que no me importaría ver toda mi vida. No se si me entiendes. Que coño, si que me entiendes. Eres el único que me entiende, el único al que de verdad le importa entenderme. Lo que pasa es que no te das cuenta. No te das cuenta de que nos movemos al mismo ritmo. Pero, ¡eh! ¿Para eso estoy yo, no?  Para esperar, para hacer que te des cuenta de lo maravilloso que es esto que tenemos tú y yo. Para secarte las lágrimas y limpiarte las heridas. Así de tonta soy, y así de tonto eres, que estás dispuesto a cerrar un día antes por mi y a cambiarme los estados de ánimo. Así que si, decidido, aquí me quedo, cerquita de ti, sin que me veas siempre, pero siempre ahí. Algún día nos daremos cuenta de lo idiotas que somos, no? Y de la cantidad de cosas que estamos dispuestos a hacer el uno por el otro.

Y, cuando lo necesites, ya sabes.
Y, cuando te necesite, ya se.
Y, cuando nos necesitemos...

28/12/09

No se dónde voy,
de verdad que no lo se.
solo se que aquí no puedo estar.
Ya no...




La princesade la torre




La puerta de mi corazón está cerrada y mi alma se pudre entre las paredes de una fortaleza.
 
La llave la tenía una vieja bruja, de nombre Vida, que la tiró por la Ventana de las Oportunidades Perdidas para que acabase en fondo del pozo del destino.

 
La que antes era bella y pura ahora no es más que lóbrega y harapienta, cual mendiga ebria que deambula por los suburbios de mi ser.

 
Hubo un tiempo en el que soñaba que un caballero de buen porte y de Amor por nombre vendría para rescatarla de tan triste destino, pero el caballero nunca llegó y ella la esperanza perdió.

 
Sintiéndose desdichada por tamaño desengaño, escapó por una ventana de la torre donde estaba para encontrar ella misma lo que siempre deseó. Pero las almenas eran altas y escapar no podía, así que buscó otra salida.
Sin embargo, no contaba que en su camino se encontrara con los Soldados de la Fortuna, los más crueles y temidos en el mundo entero, que estaban a las órdenes del Capitán Azar, esposo de Doña Codicia. Mujer de malas artes y, que al igual que su hermana Envidia, no soportaba la belleza ajena y hacía lo imposible para acabar con ella.

 
En su huida a la desesperada, no se dió cuenta de que se metía por la Calle del Olvido, pasando por la Plaza de la Desdicha y acabando en el Pozo del Calvario. Y así, poco a poco, la que en otro tiempo fue bella y pura se internó en el Rincón de la Locura de donde no salió jamás. Ni Amor fue a buscarla.


24/12/09

La muerte de Ofelia.




Ofelia está en el río. Sus ojos castaños cerrados, su piel blanca, a contraluz, parece casi transparente, como si, en unos minutos, pudieramos ver el camino de venas que recorren sus entrañas. Ya no tiene frío, ni tiempo, ni ganas.
Se limita a flotar, de un lado a otro, mecida por la corriente y el viento.
Ya no espera a un príncipe.
No, Ofelia ya no quiere príncipes.
Así está mejor, tranquila, en paz, mientras su lánguido y ligero cuerpo viaja con el agua, con la brisa, con el tiempo... ¿Y si, algún día, llegara al mar? Tendría un vasto mundo que conocer, rodeada de peces, de burbujas, de nada...
No sabe qué ha pasado, pero tampoco le importa.
No entiende este resultado, pero sabe que esa había sido su hora.
Sonrie. Sonrie desde el cielo.

Es feliz ahora que se bajó del tren del tiempo.

Es feliz ahora que se ha vuelto ligera como una pluma.
Es feliz ahora mientras la abraza la espuma.

Sonrie entre flores, ramitas y ranas.
Sonrie entre algas todas las mañanas.
Ofelia está, pero no está.
Ofelia es, pero no es.


23/12/09

Se tantas cosas!

Sé quien eres. Sé quien eres, siempre lo he sabido. Sé que, en el desayuno, solo te entra un cafe. Sé lo poco que te gusta la luz en los ojos al salir temprano de casa. Sé que te encantan los gatos, ¡adoras los gatos!. Sé que echas de menos el camino al instituto porque, por las mañanas, podías ir medio dormido. Te lo sabías de memoria. Sé que, la mayoría de las veces, no dices lo que piensas. Se que te gustan los días nublados y que, como yo, detestas los domingos. Sé que vives de manzanas. Se que te encantan todas esas series americanas. Sé que añoras tus días en tierras muy lejanas. Sé que cada noche buscas a una chica distinta. Sé que te suele dar miedo la rutina. Y el compromiso. Le tienes pánico. Sé que echas de menos la Luna grande y muchas estrellas. Sé que me echas de menos. Sé que piensas en mi. Sé que, a veces, caminas por la calle con los pies helados y algo te recuerda a mi. A mis ojos, a mi pelo. Se que me echas de menos. Los domingos por la mañana, cuando tu alma está sola. Sé que sonries, meneas la cabeza, intentando sacarme de ahí. Sé que te encantaría tenerme lejos. Lejos de tus pensamientos. Sé que te encantaría no querer que yo fuera todas esas chicas con las que te despiertas algunas mañanas, que te sonrien cada noche buscando dormir entre tus sábanas. Sé todo lo que te gusta, conozco todos y cada uno de los lunares de tu cuerpo. Sé calcular lo que duran tus parpadeos. Sé prepararte el mejor vodka-limón del mundo. Sé mirarte solo a ti, escucharte solo a ti, pensarte solo a ti. Sé volverte loco. Sé hacerte suspirar. Sé como enfadarte, como hacer que me grites. Sé hacerte suplicar, llorar y reir. Sé que te gusta gustarme cuando me haces reir. Sé que adoras verme dormir. Sé que, por mucho que medure, por mucho que crezca, habrás sido siempre el primero. Sé que yo siempre, siempre seré la primera. Aunque despues vengan muchos, muchísimos más.

Pero, ahora mismo,sé que tienes sed de mi.
De mi cuerpo.
De mi mente. 
De mi alma.
Pero todo esto tú ya lo sabias.





¿No?

20/12/09

Puedo ser quien tú me pidas que sea.
Puedo ser mala, una jodida perra.
Puedo ser dulce, dulce como las napolitanas que venden en el recreo en la cafetería del instituto.
Puedo ser lo que tú quieras.



... lo que quieras que sea.








A ver si estas Navidades te portas mejor,
y me quieres un porquito más,
que ya te va tocando...

19/12/09

Noche Estrellada




La noche estrellada pintada por Vincent van Gogh en 1889 en el hospital para personas mentalmente perturbadas en St. Rémy de Provenza. Se cree que Van Gogh padecía de trastorno bipolar, y que en esta pintura se captura una etapa asociada con la manía.